La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha consumado la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) acusándola absurdamente de “terrorismo”. Con este último acto, ya suman 28 las universidades privadas canceladas y sus bienes confiscados.
La Universidad Centroamericana fundada en 1960, es la primera institución de educación superior creada en Centroamérica por la Compañía de Jesús, y desde entonces ha formado a miles de jóvenes con altos niveles de calidad humana y profesional.
La confiscación de la UCA fue precedida por el destierro del rector, José Idiáquez S.J, y del vicerrector general, Dr. Víctor Huete, así como, la cancelación de la partida presupuestaria que el estado entregaba a la UCA para el otorgamiento de becas que beneficiaban al 60% del estudiantado de escasos recursos.
Además del daño directo causado a más de 5,000 estudiantes activos, docentes y trabajadores de la UCA, su confiscación representa un duro golpe para la autonomía universitaria y la generación de pensamiento crítico tan necesario para enfrentar regímenes autoritarios, como el que prevalece en Nicaragua, y construir valores democráticos.
Ante esta nueva embestida, la Coalición por la Libertad de Asociación expresa su solidaridad con la comunidad educativa de todas las universidades confiscadas y en particular de la Universidad Centroamericana (UCA) y llama a los gobiernos democráticos, centros de pensamiento y universidades de América Latina y el Caribe, a solidarizarse con la sociedad nicaragüense y sus estudiantes.